
La implementación de métodos y tecnologías avanzadas que no sean perjudiciales al medio ambiente.
El establecimiento de un reglamento jurídico integral que condene las prácticas nocivas al planeta y el excesivo desperdicio o detrimento de los recursos naturales, así como el establecimiento de estímulos y retribuciones al resguardo y mejoramiento de los recursos.
La creación y organización de un sistema básico de capacitación y generación de conocimiento respecto a la actividad agrícola y al manejo eficiente de los recursos.
La formación de una cultura de conservación, donde se promociona la participación de todos los sujetos de la comunidad para el cuidado de los recursos, como una preocupación que además involucra a los entes estatales, pero que inicia por cada individuo.


Finalmente, se evidencia la amplia dificultad que existe en Colombia sobre el acceso a las tecnologías idóneas a la actividad agrícola y a la preservación ecológica; de manera que los individuos que desarrollan actividades agrícolas en el país no se encuentran suficientemente preparados, ni se ha establecido legislación alguna por la cual se regulen esta y otras actividades con implicaciones ecológicas en el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario